No recuerdo
haber decidido no tener hijos, creo que más bien nací sin ese interés.
No sé si sea
una tendencia reciente, pero cada vez se escucha más el término ChildFree para
referirse a esas personas que han decidido no tener hijos, y grupos de personas
que se auto definen de esta forma han estado proliferando en Facebook.
Pero yo tengo
casi cuarenta años y mi ideología y estilo de vida sin hijos tiene su origen
mucho antes de que este término si quiera se conociera, así que en mi caso esta
tendencia es nueva sólo en su mediatización.
¿Cómo fue que
decidiste ser ChildFree (CF)? Es una pregunta que se repite en todos los grupos
y pensando en las razones creo que en mi caso ni siquiera fue una decisión
consciente. Es más, ni siquiera podría decir que fue una decisión. No hubo un
momento en el que “decidí” no tener hijos, pero jamás he tenido interés por ser
padre y jamás ha formado parte de mis deseos. En mis pensamientos de infancia y
adolescencia, en mis sueños y anhelos, jamás ha aparecido la paternidad. Quería
ser escritor, quería ser empresario, quería aprender muchas cosas, leer mucho,
conocer el mundo, experimentar, pero jamás he tenido el interés, mucho menos el
deseo, de ser padre. Quizá parezca extraño, porque aún hoy a la gente le cuesta
concebir que alguien no sienta el deseo de tener descendencia.
Es difícil que
alguien con hijos acepte esto porque se piensa que es un deseo inherente al ser
humano y que es un instinto que todos debemos experimentar. En mi caso no es
así. Ni fue producto de un episodio traumático ni consecuencia de una mala
experiencia, simplemente jamás ha sido de mi interés.
Sé que, como yo,
hay más personas, tanto mujeres (quizá sean la mayoría) como hombres, que no
sienten el deseo de tener descendencia. Esta determinación usualmente nos hace
objeto de críticas y señalamientos, y para muchos resulta hasta una postura contra natura. Se piensa además que es
una moda, una especie mainstream que
se ha propagado en los últimos años y es muy probable que para muchos así lo sea.
Pero en mi caso, como el de muchos, es algo que jamás me ha interesado. Ni me
conmueven, ni me parecen un logro ni me gusta convivir con ellos.
Que quien
quiera hijos los tenga con responsabilidad y se haga cargo de ellos, que los
demás no tenemos por qué sufrirlos. Y que se nos respete nuestra decisión, que
ni somos fenómenos ni personas amargadas.