miércoles, 2 de septiembre de 2015

Deseo sexual en l@s solter@s


¿Cómo lidias con las necesidades? Porque hay sensaciones que florecen desde dentro que podría decirse que son propias de tu humanidad como la risa, la actividad física, el esparcimiento, la independencia; y me refiero, en este caso, a una necesidad de contacto que de pronto sobreviene y se instala punzante, impersuasible.

Los de vida asceta dirán que no necesitas del sexo para vivir. Tampoco necesitas la risa, del aroma del mar, ni del esparcimiento; y entonces te reducen a un simple organismo biológico que sólo requiere alimento, agua y un poco de sol.

Qué complicado resulta a veces satisfacer nuestra sexualidad cuando somos solter@s. Está la masturbación pero no es lo mismo, no es igual. Y es que yo hablo del contacto, de la buena cogida, de esa sexualidad que implica mucho más que la interacción de nuestros aparatos reproductores. Me refiero al arte de la cogida que sólo se obtiene con la práctica, que no es sólo meter y sacar. Porque  meter y sacar es casi equiparable a la chaqueta* (y a veces una chaqueta puede ser mejor).

Ojala entre solter@s pudiera haber más entendimiento, una especie de complicidad  para no verse privados de algunas necesidades. ¿Por qué es tan difícil tener sexo? Ojala fuera tan fácil como salir a tomar un café, como cuando invitas a una amiga -o un amigo- a comer, al teatro, al cine. ¿Por qué nos inhibe aún el sexo?

En muchas culturas, y la mexicana no es la excepción, el sexo esta intrínsecamente ligado a la culpa; siempre vigilado férreamente por la moral en turno y cuando sales de los parámetros permitidos hallarás jueces en todos lados. El sexo, desafortunadamente,  no ha quedado desligado del concepto de la suciedad mental. Por eso la relación sexual no entra dentro de las convivencias habituales entre amig@s, es más, aún entre parejas suele ser un tema complicado y motivo de desavenencias e insatisfacciones. ¿Qué será más terrible, la frustración sexual en la soltería o en el matrimonio?

A veces veo a mujeres solteras que expresan de una u otra forma su necesidad y deseo de disfrutar de la sexualidad. Sin embargo, estas en completa libertad de invitarlas al cine, a disfrutar de un café, pero jamás les propones un encuentro erótico, no a todas, digamos que no es algo habitual. Pero este ideal de relajación sexual es utópico, la idealización de un soltero calenturiento que ha pasado ya bastantes días sin disfrutar de la feminidad de una mujer y que en su ansiedad desearía que no fuera tan complicado pasar un buen momento en compañía de alguien de confianza.

En mi mente anhelante desearía contar con la complicidad de una soltera -aunque podría ser una casada, sólo que las esposas suelen tener un horario muy complicado-, en una forma de mantener satisfechas los deseos y necesidades mutuas.


¿Y por qué no conseguirse una pareja y ahorrarse esa palabrería desesperada?

Sería lo ideal, pero tampoco vas a fingir estar enamorado para tener sexo. Y en cuanto a una pareja estable, de sentimientos románticos y nobles compartidos, pues habría que encontrarla y eso, por lo regular, toma su tiempo y su proceso. Y en ese proceso, surgen estas necesidades. Y quien sabe, quizá en ese intercambio sexual surja algo, de la misma forma en que surge de los paseos por el parque, las charlas con el café, las convivencias.

Cada quien, en su desesperación -¿o seré el único que llega experimentarla?- hallará las formas de saciarla, porque en ningún momento he pensado convertirme en un asceta. Solo pienso que podría ser menos complicado y, a veces, menos riesgoso.

Parece un llamado a la promiscuidad, a un desenfreno sexual. Pero no es ese el extremo al que quisiera llegar, porque además es cierto que cuando tienes relaciones tu anhelo disminuye por un tiempo. Y en suma, sólo es una reflexión sobre la forma en que quizá podríamos cubrir unas necesidades y no la forma como podríamos llegar a una vida frívola y promiscua, al final, supongo que aspiramos a algo más elevado, no sólo física sino también emocionalmente.  


*El término Chaqueta se utiliza en México para llamar coloquialmente a la masturbación. Así, uno puede decir me estoy hacienda una chaqueta, o deja de chaqueteartela.


Fotos tomadas de los siguientes enlaces


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