Soy un idealista y creo que existe el Amor en oposición a muchos contemporáneos que quedaron decepcionados
en su juventud y aseguran que eso es cosa sólo de adolescentes. Me decía una ex novia de 40 años:
"yo ya no me enamoro". Y es cierto, muchos han dejado de pensar en
una posible pareja, otros sólo
buscan la compañía
pragmática para evitar la
soledad. Algun@s, como yo,
creemos que es posible volver a experimentar todo el cumulo de emociones que
implica el enamoramiento.
Yo estoy soltero y vivo solo en un
departamento. Me la paso bien, bailo tango, juego video juegos, bebo cerveza, a
veces salgo con amigas, leo y escribo. Me la paso bien. Sin embargo, tengo la
convicción de que existe una
persona con similitudes y con quien podría
empatar. Mi arrogancia y lo que tenga de egocentrismo no son tales para que me
considere un ser superior y exclusivo. Soy único en cuanto a que tengo mis propios pensamientos, mi genética, mi combinación de vicios y virtudes. Pero no
en el sentido de sentirme una gota de aceite en un mar de agua. Entonces,
alguna mujer en algún
lado compartirá intereses
parecidos a los míos,
con sus propias combinaciones y características
únicas. La hay, porque el
mundo es infinito como para pensar que no hay en él al menos una
persona que comparta algo de lo que somos nosotros. Tan sólo
en México hay 120 millones de personas, la mitad de las cuales son
mujeres, de esas al menos habrá 10 millones dentro de mi rango de edad,
quizá un millón estén en una situación civil
accesible. ¡Un millón de mujeres! Aun si fueran mil o 100,
son muchas posibilidades. Es un poco arrogante creer que "no hay nadie
para mí". Ahora, en caso
que hablemos otro idioma las posibilidades incrementan considerablemente.
Así, vemos que tiene que ver más con nuestra actitud y no con un destino ya predestinado
o un producto de la casualidad. Dicen
por ahí que vemos el mundo de
la forma en como nosotros somos.
Entonces, creo que hay alguien
capaz de despertar en mí
el deseo de enamorarme, y aunque no ando por las calles ligando ni buscando
mujeres, mi actitud es la misma que frente a muchas cosas de la vida: de
apertura. No desisto, no aparto para mí
un rincón de mundo, como dice
Benedetti en su poema “No
te salves”
Es un poco arrogante creer que el
mundo no nos entiende. Pero si el "mundo" no nos conoce es imposible
que pueda entendernos. ¿Cómo encontraremos a alguien con
quien compartir nuestro tiempo si permanecemos herméticos, si nadie sabe de nosotros
ni conoce nuestras virtudes y vicios (que para alguien pueden ser precisamente
virtudes)? La negación a
la vida es una forma de aislamiento, y si nos negamos a la vida estamos casi
"muertos".
Es cierto que al paso de los años podemos haber sufrido
decepciones y dolorosas rupturas, pero antes de insuflarnos de arrogancia
creyendo que el mundo no tiene nada qué
ofrecernos, habría
también que reflexionar sobre
si nuestra forma de afrontar nuestras relaciones no ha sido en parte la causa de
que hayan fallado. No podemos culpar sólo
al mundo sin también
buscar en nosotros un poco de responsabilidad por lo que nos sucede.
No niego que también me da miedo a veces, pero sé que el miedo impide vivir y yo
quiero vivir. Tenemos sólo
esta vida como para recorrerla al margen y equivocarnos es parte de ella; por
otro lado, equivocarse no es fracasar, porque sólo podemos concluir que nuestra vida fue un fracaso en el último minuto que nos quede de
aliento. Mientras, todo es posible; mientras habrá otras opciones, muchas.
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