Cuando vi la película "Amor ciego"(Gwyneth Paltrow, Jack Black y Jason Alexander) me sentí un poco aludido y me quedé pesando en la actitud de los dos solteros en su viaje por buscar mujeres.
Se dice que conforme avanzamos en edad nos volvemos más exigentes para aceptar a alguien como pareja, y esto es cierto, basta hablar con algunas personas para escuchar la infinidad de defectos que suelen encontrar en los pretendientes que van encontrando a su paso; le dejan a uno la impresión de que son personas de gustos exigentes y no se conforman con cualquiera. Entonces me pregunto qué tan cierta es esa exigencia y que tanto puede tratarse de un auto sabotaje que en el fondo ocultaría miedo e inseguridad, algo así como con los personajes de ésta película.
La historia trata de dos solteros bastante "exigentes" en su selección de mujeres, y aún cuando para nosotros puedan parecer guapas y simpáticas ellos siempre deciden rechazarlas por pequeños detalles que sobreestiman como defectos imperdonables. Defectos tan absurdos como la asimetría en los dedos, una nariz muy chata o muy picuda, orejas grandes, etc. Por supuesto esa "exigencia" aplica también para el comportamiento de las chicas. Como en las personas de la vida real, parece que no existe sobre la tierra alguien que cubra sus espectativas, y creo que así solemos comportarnos a veces, como solteros y solteras cotizadas a los que nadie nos llega.
Sin embargo, ¿qué tanto nos podemos estar comportando como estos dos solteros? Ambos personajes están lejos de ser considerados galanes, vamos, no impactan con su personalidad, no son modelos y distan mucho de serlo, algo que evidentemente contrasta con sus exigencias. Básicamente volvemos al ideal del príncipe y la princesa, a la aspiración por la pareja perfecta, incólume. Esperamos algo que no existe, al menos en el aspecto absoluto bajo el que l@s vamos calificando. Como ya no estamos en edad de creer en príncipes y princesas, creo que esto es algo sobre lo que deberíamos reflexionar. De hecho hay un video en youtube que refleja esta forma de comportamiento, aparentemente deseamos encontrar alguien con quien compartir nuestra vida, sin embargo, cuando tenemos la oportunidad de comenzar algo, saltan nuestras criticas hacia esa persona.
La experiencia nos vuelve más prudentes, pero también puede volvernos miedosos sin que nosotros nos percatemos de ello. Asumimos actitudes ante la vida que nos impiden disfrutarla como cuando eramos adolescentes: nos da miedo equivocarnos, sentir dolor, sufrir. Quizá mucho de esas "exigencias" tenga que ver con ésto. Es cosa de pensarlo.
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