Para los que
estamos a favor del aborto y también nos asumimos en contra del maltrato animal,
hay quienes encuentran una contradicción y nos llaman “doble moral”.
Detrás de esa
acusación no hay nada que la sustente, es simplemente una forma de joder, de
intentar hacernos creer que defender la vida de los animales no tiene sentido
si estas a favor del aborto. Para ellos el aborto representa un atentado contra
la vida, un asesinato. No se puede estar a favor del asesinato cuando se está
contra las corridas de toros o contra el maltrato animal, esa es su “lógica”,
entrecomillada porque de lógica no tiene nada.
Como no puedo
ser la voz de todos hablaré a título personal.
La cuestión
tras mi postura a favor del aborto es por una concepción más profunda sobre la
vida del ser humano y que no sólo se reduce a asumirla en un sentido biológico.
Quienes condenan el aborto defendiendo la vida no ponen el mismo empeño en
defender la vida de los niños y niñas
que viven bajo las peores condiciones humanas. Sí hay campañas e inversión para
plantar postura contra el aborto, pero esas mismas personas jamás hacen
campañas para proporcionar una vida digna a esos seres humanos que ya forman
parte activa de nuestra sociedad. Mi postura –como quizá la de muchos- es por evitar
el sufrimiento y la miserable vida de todos esos seres humanos que han llegado
a este mundo a vivir una muerte lenta y agónica. Sí, hay una mayoría de esos seres
que llegan por la irresponsabilidad de sus padres, sin embargo, esa
irresponsabilidad no tiene por qué pagarla el nuevo ser que ha nacido de ellos.
La intención tras el apoyo al aborto es precisamente evitar la proliferación de
seres humanos en condiciones de penosa existencia, que sólo sufren abandono,
maltratos, carencias y sufrimiento. ¿Se trata de traer al mundo más seres
humanos para que “vivan” a toda costa aunque lleven una existencia miserable en
cada uno de sus días? Aquí apelar a cuestiones religiosas no cabe, ya que Dios
tampoco ha bajado a alimentar ni a dar una vida digna a todos esos niños y
niñas.
Así entonces, bajo esta ideología, es fácil
entender por qué los buscamos que quienes habitan el planeta lo hagan de forma
digna, procuremos también una vida digna y sin sufrimientos para los animales.
La muerte es
algo inevitable para todos, sin embargo, a pesar de que sabemos que algún día
vamos a morir, deseamos que ese suceso se dé sin sufrimiento. El sufrimiento,
considero yo, es lo que buscamos evitar tanto en los seres humanos como en los
demás seres vivos. Y así como no deseamos que un ser humano venga a este mundo
a sufrir, sin ninguna oportunidad por llevar una vida digna, del mismo modo
deseamos que los animales eviten sufrimientos.
En realidad,
creo yo, no hay ninguna doble moral tras la aparente contradicción entre
quienes defendemos el aborto y a la par defendemos la vida de los animales.
El tema del
aborto da para mucho más texto, sin embargo, esta explicación no tiene como fin
ahondar sobre ello. Sólo quise plantar mi postura ante quienes creen encontrar
una doble moral en quienes estamos a favor de aborto y nos manifestamos contra
el maltrato animal.
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